Mejorar el mundo es un reto, un sueño, aunque a veces, una utopía. Resulta esencial la celebración de unos derechos que contribuyen sin lugar a dudas a construir un mundo mejor, un lugar donde cada niño tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro, saludable y estimulante, con acceso a la educación y oportunidades para alcanzar su máximo potencial.

Son ellos nuestra mayor esperanza, sabia nueva de cara a propósitos que a día de hoy parecen sencillamente imposibles. Protejamos nuestro presente y futuro, y por qué no, sin olvidar a ese niño que ya en su día fuimos en el pasado.

Agradecer la colaboración de tod@s aquell@s niñ@s que hicieron por este mundo mucho más de lo que a veces, nosotr@s, les podemos dar.